El Presidente en pie de guerra: ¿Es el Congreso "destituyente" o el obstáculo a la "espada de la libertad"?


El presidente Javier Milei cerró su campaña en Rosario con un llamado dramático a sus seguidores, a quienes instó a convertir el voto del domingo en una "espada de la libertad" para defender al Gobierno de lo que denominó un "Congreso destituyente". Con su gabinete en primera fila, el mandatario elevó el tono de la polarización, acusando a los legisladores de poner en marcha una "máquina de impedir" tan pronto como la economía, según él, comenzó a mostrar signos de éxito. ¿Es real el riesgo de destitución o el Presidente usa esta figura retórica para justificar la falta de apoyo a sus reformas?
La narrativa de Milei es clara: las elecciones de medio término son cruciales para "cambiarle la cara al Congreso" y obtener la "solidez legislativa" necesaria para avanzar con las reformas pendientes, garantizar el equilibrio fiscal y profundizar la lucha contra la inflación y el narcotráfico. El Presidente ironizó que la oposición solo le aprobó medidas al inicio porque creían que el plan "iba a salir mal". ¿Por qué el Presidente esperó hasta el cierre de campaña para denunciar de forma tan explícita la supuesta intención destituyente del Congreso?
El jefe de Estado no solo polarizó con el peronismo (aludiendo al fantasma de la "reina de la tobillera"), sino que lanzó un dardo letal contra los indecisos, a quienes tildó de "cómplices de los exterminadores de la sociedad". Esta estrategia busca eliminar cualquier espacio para las terceras fuerzas, planteando la contienda como una elección binaria. En el acto, donde estuvo presente el tucumano Federico Pelli, Milei también destacó los supuestos "logros" en la baja de la inflación y el fin de los piquetes. ¿Podrá esta retórica épica y de "grito de guerra" movilizar a una base electoral que ya está sufriendo el impacto del ajuste?
El contrapunto al acto de LLA se vivió a escasos 200 metros, en Plaza Guernica, donde sindicatos y movimientos sociales realizaron una contramarcha, declarando a Milei "persona no grata". El pulso político en Rosario evidencia que la gobernabilidad de Milei a partir del domingo estará definida por el nivel de resistencia que encuentre en el Congreso y en la calle. Si el Presidente no logra el apoyo parlamentario que pide, ¿está preparado para seguir gobernando con un "Congreso destituyente", o este resultado marcará un punto de inflexión en su gestión?
