¿Hay salarios que se recuperan o es solo la promesa de Caputo? La hoja de ruta para la reforma que nadie vio.


El ministro de Economía, Luis Caputo, utilizó el Coloquio de IDEA para trazar el próximo capítulo del plan económico, prometiendo a los empresarios una reforma tributaria con eliminación y reducción de impuestos, además de un cambio radical en la normativa laboral. Pese a que el funcionario ratificó la consolidación del superávit fiscal y aseguró que el país está en un nuevo modelo macroeconómico, los asistentes se retiraron con más preguntas que certezas. ¿Cuándo serán presentados estos proyectos clave en el Congreso y cuáles son los impuestos que el Palacio de Hacienda se dispone a eliminar?
Caputo, en videoconferencia desde Estados Unidos (donde participó de la asamblea FMI/Banco Mundial), buscó desarticular la idea de un nuevo salto cambiario, declarando "arcaica" la postura de quienes creen que la competitividad argentina depende de una "moneda débil". Esta postura se da en un contexto donde el Gobierno celebra nueve meses de superávit financiero del Sector Público Nacional, un ancla fiscal que, según sus cálculos, equivale al 0,4% del PBI. ¿Puede sostenerse la promesa de no devaluar si el Ministro no detalla el plan de incentivo productivo que reemplazaría la variable cambiaria?
Una de las afirmaciones más controvertidas fue el anuncio de que ya se estaría observando una "recuperación de los salarios reales". Esta percepción gubernamental contrasta con la preocupación manifestada por el gobernador de Córdoba, Martín Llaryora, quien criticó que el modelo actual "genera desempleo" y exigió al Gobierno mantener un diálogo constante con los sectores productivos. ¿En qué sectores específicos o bajo qué indicadores se basa la cartera económica para asegurar que el poder adquisitivo ya está mejorando para los argentinos?
Mientras el Gobierno negocia paralelamente con Estados Unidos una baja arancelaria recíproca para más de cincuenta productos, la atención se centra en las prometidas reformas de "segunda generación". El ministro calificó el actual régimen laboral como "arcaico, rígido e imprevisible" y apuntó a desmantelar la "industria del juicio". Los empresarios, si bien celebraron el rumbo, esperan conocer los detalles de las iniciativas y si estas finalmente lograrán simplificar la estructura impositiva y dinamizar la creación de empleo o si, por el contrario, solo agregarán nuevos interrogantes a un escenario de marcada incertidumbre.
