Restricciones o ayuda de EE.UU. UU.: el dilema de Milei para contener la presión cambiaria preelectoral


La economía argentina se encuentra en un punto crítico, con el gobierno del presidente Javier Milei enfrentando un estrecho margen de acción para tranquilizar a los mercados y evitar una nueva crisis cambiaria antes de las elecciones legislativas. El dilema se agudiza por la caída en la imagen de la gestión y del propio Milei, sumado a escándalos como las sospechas de vínculos con el narcotráfico que pesan sobre el diputado José Luis Espert . Mientras el ministro de Economía, Luis Caputo , y su equipo gestionan ayuda en Washington, el mercado argentino busca certezas sobre cómo se evitarán nuevas presiones al dólar.
En Washington , Caputo se reúne con el secretario del Tesoro de EE.UU. UU., Scott Bessent , en un intento por concretar la ayuda prometida de U$S 20.000 millones , ya sea a través de un swap, un crédito stand by o la compra de bonos. Este apoyo es crucial y, según Marina dal Poggetto de EcoGo, comparable en magnitud al segundo acuerdo con el FMI durante la gestión Macri. Sin embargo, los inversores estadounidenses también han iniciado contactos con la oposición argentina, buscando garantías de gobernabilidad más allá del 26 de octubre, una condición clave tanto para la administración Trump como para el FMI.
El objetivo inmediato de la estrategia económica es acumular divisas para enfrentar la creciente presión cambiaria y despejar dudas sobre la capacidad de pago. La eliminación temporal de los derechos de exportación (retenciones cero) implementada por Caputo tuvo un resultado modesto, ya que, si bien el agro liquidó U$S 6.100 millones, parte de ese volumen se adelantó, lo que implicará menores ingresos en los próximos meses. Esteban Domecq , de Invecq, advierte que la presión cambiaria no cede, con un flujo de divisas en retroceso y una demanda sostenida que podría crecer aún más con la cercanía de las elecciones.
De cara a los comicios, y con una oferta que volvería a niveles previos a la liquidación extraordinaria, se estima que podrían faltar alrededor de U$S 8.500 millones . Aunque el Gobierno cuenta con reservas líquidas del Banco Central y del Tesoro, desprenderse de un volumen tan grande solo para sostener el tipo de cambio actual no parece sostenible. Así, las opciones de Milei se reducen a dos principales: soportar transitoriamente las restricciones para contener la demanda, o que Estados Unidos concreta de forma efectiva y rápida parte de sus anuncios de apoyo financiero. La respuesta de Washington y las señales de Milei para después del 26 de octubre serán determinantes para el futuro económico del país.
