Salarios Dinámicos: ¿Más flexibilidad para la empresa o el fin de los pisos salariales para el trabajador?

El Gobierno nacional encendió un nuevo debate en el ámbito laboral al presentar, a través del secretario de Trabajo, Julio Cordero, el concepto de "salarios dinámicos" en el Coloquio de IDEA. La iniciativa busca reestructurar el sistema de negociación salarial, transformando los salarios acordados colectivamente de mínimos garantizados a límites máximos. ¿Esta propuesta realmente impulsará la competitividad, como afirma el Ejecutivo, o se convertirá en una herramienta para la precarización y la baja generalizada de los ingresos?

El cambio propuesto implica que, si se aprueba, las empresas individuales podrían negociar salarios por debajo del convenio colectivo sectorial, siempre y cuando no excedan el "techo" fijado. El Gobierno justifica la medida en la necesidad de aumentar la flexibilidad y desvincular los aumentos de la inercia inflacionaria, atándolos a la productividad real y a la situación económica de cada firma. ¿Es realista pedir que la productividad individual determine el salario en un contexto donde, según el INDEC, provincias como Tucumán ya registran una de las tasas de empleo informal más altas del país?

Mientras las entidades empresariales celebran la propuesta como un ajuste "crucial" a los ciclos económicos, los sindicatos ya expresaron su profunda preocupación. La CGT argumenta que modificar los salarios de "pisos" a "techos" debilitará las protecciones históricas del trabajador y exacerbará las desigualdades. Para los gremios, la negociación colectiva ha sido la principal defensa contra la inestabilidad. ¿Hasta qué punto esta descentralización de las negociaciones colectivas podría derivar en una pulverización del poder sindical y una mayor disparidad salarial entre trabajadores del mismo sector?

Además de la redefinición del salario, la reforma contempla limitar la validez temporal de las cláusulas económicas de los convenios, forzando renegociaciones periódicas. El Secretario de Trabajo aseguró que el objetivo no es eliminar las paritarias, sino hacerlas más adaptables. No obstante, el debate se centra en el cambio de paradigma: ¿Se trata de una modernización necesaria del régimen laboral, o es, como temen los sindicatos y analistas críticos, el primer paso hacia una versión del "pseudocolonialismo" laboral donde la rentabilidad de la empresa prime sobre el derecho adquirido del trabajador?