¿Se le acaba el tiempo al abogado de la UNT? Catalán, en la cuerda floja de un Ministerio sin resultados


La inminente reorganización del Gabinete de Javier Milei podría cobrarse su primera baja de peso en el Ministerio del Interior. Tras 13 meses sin lograr resultados tangibles en la relación con las provincias, el tucumano Catalán enfrenta serios rumores de reemplazo. La falta de consenso con los gobernadores, el fracaso en destrabar la relación con el peronismo federal y, crucialmente, el fiasco en la gestión con su propio coterráneo, Osvaldo Jaldo, habrían sellado la suerte del abogado proveniente de la Universidad Nacional de Tucumán. ¿Es su ineficacia con los poderes provinciales el único motivo de su salida o hay otras internas en juego?
Las versiones que circulan en la Casa Rosada apuntan directamente al ex vicejefe de Gobierno porteño, Diego Santilli, como el principal candidato para suceder a Catalán al frente de la sensible cartera de Interior. Santilli, con experiencia en gestión y negociaciones políticas complejas, podría ser la carta de Milei para intentar estabilizar la relación con las provincias, un vínculo que se ha deteriorado peligrosamente. ¿Podría Santilli, un hombre del riñón de Juntos por el Cambio, lograr lo que el abogado tucumano no pudo: establecer una "mayoría constructiva" en el Congreso?
La suerte de Catalán se habría terminado de definir tras el aumento de la fricción con el estratega presidencial Santiago Caputo. Las diferencias sobre la manera de conducir las negociaciones con las provincias habrían sido el detonante final que precipitó su salida del Gabinete. El hecho de que un funcionario tucumano no haya podido mantener una línea de diálogo fluida con el gobernador de su propia provincia, Osvaldo Jaldo, es visto como un símbolo de su fracaso político. ¿Hasta qué punto influyó Santiago Caputo en la decisión de prescindir de los servicios del actual ministro de Interior?
Mientras en el frente de Interior se habla de un "naufragio" de la gestión, la llegada de Santilli implicaría un cambio de estrategia de la Casa Rosada para abordar la política territorial. La clave está en saber si este enroque busca solo mejorar la gestión con los mandatarios provinciales o si, por el contrario, se trata de una movida más ambiciosa de Milei para blindar su Gabinete con figuras de mayor peso político en vistas a la segunda etapa de su gobierno. ¿Logrará el nuevo ministro encarrilar la relación con los gobernadores para obtener el consenso necesario para las reformas económicas que el Gobierno urge aprobar?
