¿Swap por US$20.000 millones o un salvavidas condicionado? La alianza con el Tesoro de EE. UU. ya es oficial

El Banco Central de la República Argentina (BCRA), bajo la dirección de Santiago Bausili, acaba de formalizar un acuerdo de intercambio de divisas (swap) con el Departamento del Tesoro de Estados Unidos por un monumental monto de hasta U$S20.000 millones. El comunicado oficial afirma que esta operación busca reducir la vulnerabilidad ante la volatilidad de los mercados y fortalecer las reservas, contribuyendo a la "estabilidad macroeconómica". La pregunta inmediata es: ¿Es este acuerdo suficiente para contener la presión cambiaria que se vio en las últimas jornadas, o es solo un anuncio político en vísperas de las elecciones?

El convenio establece los términos para que el BCRA acceda a una inyección de liquidez en dólares, una estrategia que la autoridad monetaria presenta como fundamental para sostener su política y mejorar la capacidad de respuesta ante cualquier shock externo. La formalización del swap corona las negociaciones previas entre el equipo económico argentino y el Tesoro estadounidense, liderado por Scott Bessent. ¿Qué compromisos específicos o qué condiciones de política económica debió asumir el Gobierno de Javier Milei para obtener este respaldo financiero de tal magnitud?

La alianza se da en un contexto donde el Tesoro de EE. UU. ya había manifestado su apoyo interviniendo directamente en el mercado local con la compra de pesos, con el propósito declarado de "estabilizar a la Argentina". Bessent había afirmado que su país tiene la "capacidad de actuar con flexibilidad y contundencia". Sin embargo, la intervención de la semana pasada no logró frenar el avance del dólar. Si la liquidez inyectada anteriormente no fue suficiente para aplacar la demanda, ¿serán los U$S20.000 millones meramente un colchón de reservas o un ancla efectiva contra la depreciación de la moneda?

El Banco Central enmarca este swap dentro de una estrategia integral para alcanzar un "crecimiento económico sostenible". No obstante, la formalización del acuerdo plantea un interrogante clave: ¿Hasta qué punto este respaldo externo refuerza la independencia del BCRA en la toma de decisiones, o la autoridad monetaria queda de hecho atada a los lineamientos y expectativas de política monetaria fijadas por sus nuevos socios de Washington? El mercado espera conocer el detalle fino de la letra chica que acompaña a este multimillonario "intercambio".